
INGREDIENTES:
- 2 kg alcachofas
- 1,5 l. Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal Maldon
- Pimienta
- Limón y perejil
- Agua
- Empezamos preparando un bol con agua, un chorro de limón y unas ramitas de perejil.
- Cogemos las alcachofas y retiramos las primeras hojas, unas tres capas.
- Las vamos metiendo en el agua para que no se ennegrezcan.
- Cortamos la punta, mas o menos unos dos dedos.
- Cortamos el tallo dejando unos 8 cm. y lo repasamos con el cuchillo, retirando todas las hojitas sobrantes y dejándolo limpio.
- Con la punta de un cuchillo, con mucho cuidado de que la alcachofa no se rompa, retiramos los pelos internos.
- Ahora ponemos a calentar el aceite en una olla, mejor si es un poco alta para que se cubran bien las alcachofas.
- El aceite tiene que estar entre 70 – 80 grados. A una temperatura constante.
- Escurrimos las alcachofas y las secamos con papel absorbente.
- Añadimos las alcachofas al aceite. Que queden bien cubiertas.
- Las cocinamos durante 1 hora y media mas o menos.
- Lo importante es controlar que el aceite no burbujeé , que no suba de 80 grados.
- Retiramos del fuego y las dejamos enfriar. Yo las he dejado toda la noche enfriando, para así poder abrirlas mejor. Son muy delicadas.
- Precalentamos el horno a 200 grados con el grill.
- Cortamos el tallo de las alcachofas, para que se aguanten.
- Vamos abriendo la alcachofa, con mucha delicadeza y hoja por hoja.
- Las metemos en el horno por dos minutos, que se doren un poco las hojas.
- Las sacamos, añadimos un poco de pimienta y sal Maldon.
- Así, ya estarían listas. Quedan increíblemente tiernas.
- Otra opción es acompañarlas con virutas de jamón ibérico. Le da un toque espectacular.
- Los tallos de las alcachofas también se pueden comer, están muy tiernos.
- Espero que os guste tanto como a mi 🙂